En La Tradición Sufí se guía al discípulo para que logre Activar los Órganos Internos de Percepción y para que con estos mas y mas activos pueda dedicarse al estudio, memorización, y utilización espiritual de los atributos de La Realidad para así lograr reflejarlos mas y mas y de manera mas fiel.
El trabajo interior que se realiza con los atributos de La Realidad se lleva a cabo con noventa y nueve Nombres que pertenecen a un contexto de estudio interior de la Tradición Sufi. Esto se hace con madurez, con respeto y sabiendo que estos Nombres o Sonidos tienen un efecto Interior y en el ambiente muy claro y muy marcado, dependiendo de la madurez y capacidad Del discípulo.
Se considera de mucha importancia trabajar con aquellos Atributos que el Guía Espiritual le da al estudiante o discípulo para usarlos de maneras muy diversas. Aquí menciono algunas :
1.– Como repeticiones que se realizan por la mente.
2.– Como repeticiones que se usan a ritmos específicos de la respiración.
3.– Como frecuencias que se fijan por el estudiante en el Corazón.
Las cuales usa para conocerlas y para aprender a reflejarlas lo mas fielmente posible.
De los noventa y nueve Nombres que se usan para este estudio hay Cuatro que son considerados la Base o núcleo central de todos ellos. Estos son : El Primero, El Ultimo, El Aparente y El Escondido.
Son tan importantes porque el discípulo podrá comprenderse y conocerse mucho muy profundamente a si mismo si se percibe y estudia a si mismo con la ayuda de estos cuatro Atributos de La Realidad. Por ejemplo, si el estudiante se observa a si mismo y ve que su tendencia es la de siempre querer ser uno de estos atributos, podrá usar los otros para armonizarse, equilibrarse y capacitarse mas y mas. Si solo quisiera ser el Primero en todo, se perdería del contenido enorme que hay en ser El Ultimo. Si siempre quiere ser el Aparente se pierde del contenido de ser el Escondido, y así sucede que con el uso de estos cuatro Nombres podrá Conocerse mas y mas a si mismo y podrá usar todos los demás atributos para profundizar mas en La Realidad de su Ser y el de La Totalidad simultáneamente.
Muy inflexible, estático, repetitivo y aburrido seria para un ser humano si este solo quiere ser algunos de los atributos de la Realidad. Muy variada, extensa y completa es la Realidad de un Ser humano si este se dedica deliberadamente a ser según la gran variedad que La Totalidad significa.
Cuando a un discípulo se le ayuda, por su Guía, a encarnar en su Corazón, uno de los Noventa y Nueve atributos o Nombres, u otro, es para que este logre iniciar el Camino del pulimento y perfeccionamiento de su Ser y asi pueda lograr, paulatinamente, reflejarlos todos.
Los Nombres son en Árabe por ser no solo nombres, atributos o adjetivos, sino sonidos que en ese idioma conectan con Energías especificas. Como ejemplo, es muy distinto decir Ahad que Uno. Es diferente el sonido que se obtiene con el uso de sus letras y también lo es el efecto de ese sonido en el Corazón y el Ser del discípulo.
El discípulo, conforme progresa, puede usar mas de su tiempo en sintonizarse a los sonidos o frecuencias o Nombres por medio de los cuales podrá llevar a cabo su perfeccionamiento.
Si en un principio solo usa unos minutos del día, mas adelante usara varias horas y después podrá estar sintonizado haciendo cualquiera de sus actividades.